¿Qué más puedo pedirle a Dios y a la Vida que me ha regalado…? Entre estas cuatro paredes, a lo largo del dÃa de hoy, yo podré hacer un cielo o un guarida del bajo astral. Sé muy pocas cosas, pero alcanzo a comprender que a esta estancia puedo convocar a elevados seres que me inspiren, o a entidades de baja dimensión que me sepulten en el barro. Es mi exclusiva decisión. Todo depende de dónde coloque mis pensamientos y mis sentimientos, por supuesto mis palabras. Por si acaso los he puesto ya a caminar, a escalar alto de buena mañana. Por encima de todo quiero volver a sacar del zurrón del costado una y otra vez semillas vigorosas, fértiles y prometedoras. Hace un dÃa de perros, vivimos un tiempo difÃcil, pero no andamos a la deriva. Por nada del mundo nos puede ganar la crisis, la apatÃa y la ventana sólo aparentemente triste. Los pájaros y su tierna presencia son en nuestros alfeizares. La humanidad ha sido y es asistida por Grandes Almas. La guerra vuelve cercana cuando menos lo imaginábamos, hay demasiadas leñeras y frigorÃficos vacÃos, aún vuelan misiles sobre las cabezas de nuestros hermanos, pero más allá de todo ello hay un Plan Superior de Amor y de Luz para nuestra Tierra bendita. No lo pongamos en duda con la nariz pegada a la frÃa ventana. Hay un Amanecer inimaginable que se anuncia tras estos lunes grises. Podamos estar a la altura de lo que se aguarda de cada uno/a de nosotros/as. Artaza 14 de Noviembre de 2022 |
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